Llega agosto y con él, el último mes del trabajo de campo del Relevamiento Social Comunitario (ResCom), que lleva adelante la Fundación COLSECOR junto a cooperativas de servicios públicos.
El proyecto contempla una labor en el territorio que es realizada por miembros de las propias comunidades durante tres meses (junio, julio y agosto). Una vez finalizada la etapa de recolección, los datos son tabulados y sistematizados en un informe, convirtiéndose en una herramienta estratégica para la planificación y la toma de decisiones.
Es el segundo año en el que el trabajo se realiza en situación de pandemia, con todas las dificultades que eso trae aparejado. Los referentes locales han redoblado los esfuerzos y generado estrategias para dar con la información solicitada.
“Observamos un gran compromiso por parte de quienes realizan el trabajo de campo en este contexto de pandemia. Creemos que agosto será un buen mes para cerrar la mayor cantidad de informes y comenzar luego el procesamiento de los datos y diseño de los informes. Estamos muy satisfechos y muy contentos con el trabajo que se viene realizando”, indicó la socióloga Natalia Calcagno, coordinadora del proyecto.
El Relevamiento Social Comunitario se implementa desde el 2019 en pequeñas y medianas localidades del país. Su principal objetivo es contribuir al desarrollo local.
La iniciativa está planteada en tres módulos: Durante el primer año se recaban datos sobre la Infraestructura económica, en el segundo se abordan las Dimensiones sociales (salud, cultura, educación y deportes) y en el tercero se releva el Estado local y el tercer sector. Al finalizar cada etapa, se hace entrega a cada cooperativa de un informe que es compartido con las instituciones y habitantes de la localidad. Esta información se convierte en un valioso insumo que sirve como disparador de nuevas iniciativas, tal es así que este año gobiernos locales han empezado a declararlo de interés municipal.
