Enero y febrero son meses de constante movimiento para nuestra institución, que centra todas las energías en la organización de los proyectos.
Meses de estudio, evaluación, planificación y reuniones con el Consejo de Administración donde se encuentran representadas las cooperativas de Servicios Públicos, para definir objetivos y participaciones para este año. También es momento de encuentros con los profesionales que intervienen en cada uno de los proyectos que ya están en marcha para afianzarlos y con quienes intervienen en las iniciativas que se vienen, para definir sus particularidades.
“Las reuniones son sumamente importantes. El intercambio de ideas para enriquecer cada área es fundamental para nosotros. Estamos convencidos de que es vital que exista una construcción y un trabajo en equipo para cada proyecto”, sostuvo Alberto Calvo, del área de relaciones institucionales de la Fundación COLSECOR.
Junto a esto, se generan además instancias de evaluación de cada una de las acciones y propuestas efectuadas el año pasado, para consolidarlas y para detenerse en todo aquello que se puede mejorar.
La definición de los objetivos es fundamental, ya que marca un rumbo hacia donde dirigirse. Así, se determinan tanto los objetivos institucionales como aquellos puntuales de cada una de las iniciativas.
Otro eje tiene que ver con las fechas de implementación, teniendo en cuenta las particularidades de cada uno de los proyectos. Esto permite la organización de las acciones anteriores a la implementación (convocatorias, puesta a punto de las herramientas de trabajo, etc), la puesta en marcha y, una vez finalizados, el balance de los mismos.
Sobre esta etapa, Calvo aseguró que “comenzamos cada año con más entusiasmo y convicción para lograr nuestros objetivos. Resaltamos el compromiso institucional de cada una de las cooperativas que participan de estos proyectos y el trabajo de todos aquellos que hacen que estas iniciativas sean posibles”.
