Es el tercer año que la cooperativa Cotelmás participa del proyecto. Los datos corresponden al tercer módulo, que tiene como eje el Sector Público y el Tercer Sector. “No existían en la localidad informes de este tipo”, sostuvo Martín Mansilla, consejero que llevó adelante el trabajo de campo.
La mayoría indicó que no identifica lugares específicos para desechar los residuos electrónicos y acuerda con que el deterioro ambiental puede detenerse con un cambio en el modo de vida.
Más lugares para depositar los residuos electrónicos, el hábito de utilizar esos espacios y la idea de que el ambiente debe ser protegido cueste lo que cueste, son algunos de los puntos en los que se diferencian de las ciudades de más de 10.000 habitantes.
En las localidades intermedias, consideran que ´las personas individualmente consideradas´ son las principales responsables del cuidado ambiental, a diferencia de las ciudades de más de 100.000 habitantes, donde ´las comunidades´ se impone como la respuesta más elegida.
La mayoría indicó que en su localidad hay un espacio específico para desechar sus residuos electrónicos y que la acción más frecuente es dejarlos en ese punto. Las cifras distan de las respuestas de localidades de más de 100 mil habitantes donde en general, se indica que no existen esos espacios.
Quienes viven en ciudades de más de 100.000 habitantes y quienes residen en pueblos se manifestaron en mayor medida a favor de este postulado.
El dato surge del estudio realizado por la Fundación COLSECOR. Quienes tienen entre 25 y 39 años fueron los que más acordaron con el postulado.
La mayoría los deposita en contenedores dispuestos para tal fin y la segunda opción es la donación. El 42,4% indicó que en su localidad no hay un espacio dispuesto específicamente para desechar estos residuos.
Fue organizada por la Cooperativa de Servicios Públicos y el Municipio y contó con el aporte de datos del Relevamiento Social Comunitario.
De enero a marzo, el equipo de la Fundación COLSECOR se enfoca en una etapa central: la planificación institucional. Esta será la guía desde donde se despliegan las iniciativas en todas las áreas de trabajo.
El Relevamiento Social Comunitario es un trabajo de campo que se realiza en localidades de nuestro país junto a las cooperativas de servicios públicos, con el objetivo de contribuir al desarrollo local.
Durante el año pasado, se organizaron en el pueblo alrededor de seis ferias artesanales. La iniciativa surgió de la Cooperativa de Servicios Públicos y el Municipio, teniendo en cuenta los datos del Relevamiento Social Comunitario.
Emir Bianchini, integrante del Consejo de Administración, se refirió a la consolidación del área de Capacitación y Conocimiento.
Gerardo Ribotta, gerente de la Cespal, se refirió al Relevamiento Social Comunitario que se lleva adelante en la localidad.
Se trató de la actualización del primer módulo, correspondiente a la Infraestructura económica. La presentación fue televisada en vivo para toda la región.
El trabajo estuvo centrado en las Dimensiones Sociales y actualizó los datos recabados en el 2020. Esto permite a la localidad contar con información para generar iniciativas y proyectos que impulsen el desarrollo local.
La localidad conoció más sobre su infraestructura económica a través del municipio local. Los datos se pondrán a disposición de la comunidad.
La entidad compartió los resultados del módulo Dimensiones Sociales, con eje en Educación, Salud, Cultura y Deportes.
El trabajo de campo del Relevamiento Social Comunitario fue realizado por los alumnos del Instituto Monseñor Esquiu.