Diálogos institucionales

Federico Olivo Aneiros: "Hay que mostrarle a la sociedad el aporte que hace la educación pública en el desarrollo estratégico para nuestro país"

La Fundación COLSECOR dialogó con el secretario de Cultura y Extensión Universitaria de la Universidad Tecnológica Nacional. Olivo Aneiros destacó la importancia de defender y promocionar los proyectos y las patentes que genera la educación pública. El desafío de reforzar el "Triángulo de Sábato".

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dialogos olivo aneiros 3 UTN

Federico Olivo Aneiros es ingeniero y actual secretario de Cultura y Extensión Universitaria (SCEU) de la Universidad Tecnológica Nacional, un área que enlaza el conocimiento científico, la tecnología y la innovación universitaria con desarrollos productivos, palpables, que demandan el Estado, las empresas y diferentes estamentos de la sociedad civil. Es el puente entre lo que se crea en las aulas de la UTN y el entorno comunitario y sobre algunos de esos proyectos y líneas de trabajo conversó con Alberto Calvo, del área de relaciones institucionales de Fundación COLSECOR. Desde su lugar, como egresado, docente y responsable de ésa área, Olivo Aneiros contó por qué la carrera de ingeniería es una opción "altamente prometedora" para estudiantes que buscan marcar la diferencia en el ámbito laboral y contribuir a sectores estratégicos. "No percibo desarrollo de un país sin educación pública y gratuita", aseguró. 

Alberto Calvo: ¿Por qué estudiar ingeniería en estos momentos en Argentina? Si tuvieras que enumerar las principales razones de por qué es una buena decisión elegir ingeniería actualmente en el país

Federico Olivo Aneiros: Desde el carácter individual, cualquier persona que decide estudiar ingeniería tiene garantizado su fuente laboral. Es una opción altamente prometedora, por sus posibilidades y ventajas. Hoy hay una vacancia, una necesidad de mayor cantidad de ingenieros. Argentina tiene aproximadamente 1 ingeniero cada 6.600 habitantes. Si comparamos con Chile, tiene 1 cada 2.000 habitantes. Yendo a lo general, nuestro país necesita ingenieros para el desarrollo productivo, tecnológico, social y es ahí donde tenemos que hacer un fuerte trabajo de promoción de la ingeniería, una carrera que genera espíritu crítico, te da una lógica diferente a otras disciplinas, ni mejor ni peor, pero diferente y complementaria con otras carreras. Ahora, cuando hacemos zoom ahí, vemos una vacancia y ése es un desafío a futuro: vincularnos y promocionar más la ingeniería. 

Hay un fuerte mito de que es una carrera difícil, en términos académicos. En realidad, no hay carrera difícil si se la aborda desde distintos aspectos. Tenemos que lograr romper ese miedo y mostrarle a la gente y a la sociedad que es una carrera atractiva, que le da un aporte fundamental al desarrollo estratégico. Todo lo que hoy se está abordando en cuanto a agendas de energías renovables, hidrógeno verde, nuevas tecnologías, sustentabilidad; todo lo aborda la ingeniería. En cualquier hecho fáctico que vos mires hay un componente de ingeniería. Entonces, lo que nosotros tenemos que lograr es mostrarle a la sociedad que es una carrera que se necesita, que tiene un presente y un futuro impresionante y, por más avances tecnológicos que haya, es imposible disociar ese desarrollo a la ingeniería

Calvo: ¿Cómo es el vínculo que genera una universidad como la UTN con sectores del Estado, con centros públicos de tecnología e investigación? Y también con el sector privado y la sociedad civil ¿De qué modo la UTN se inserta en ese ecosistema institucional de las investigaciones tecnológicas argentinas?

Olivo Aneiros: Primero, dejame contar que tiene una característica única, que es una Universidad Federal: tenemos 30 regionales, distribuidas en todo el país, representando 12 provincias. Al ser un carácter distintivo, tenemos nuestras fortalezas y nuestras debilidades. Hoy hay una fuerte transferencia con el Estado, y en algunas provincias es mayor que en otras. Desde su génesis, la UTN fue pensada desde el pragmatismo del famoso "ingeniero fábrica", que se lo formaba, se instruía para que luego pudiera convivir con la parte académica e hicieran sinergia, lo académico y lo pragmático. Nosotros todavía damos continuidad a ese enfoque. Hoy trabajamos con el sector gubernamental (provincias, municipios y nación), y creo que el reto es poder organizar mejor algunas líneas estratégicas que el Gobierno tiene, y la Universidad acompañando líneas estratégicas en el desarrollo tecnológico y productivo de nuestro país. Si una línea es la parte de energías renovables, poder generar grupos que hagan esa transferencia y ese vínculo, para que eso redunde en políticas claras de Estado. La verdad es que hoy estamos presentes ahí, obviamente siempre queremos avanzar y no dejar afuera un actor fundamental que mencionaste que es el sector privado, el famoso y ponderado modelo "Triángulo de Sábato": Estado, sector privado y Universidad, donde muchas veces, lo digo como autocrítica, nos cuesta mostrarle al sector privado que somos una Universidad que, más allá de que forma ingenieros que ellos demandan, tenemos dos líneas claras, que son ciencia y tecnología y extensionismo, que ayudan y que complementan a la formación. Todo lo que tiene que ver con formación no formal, para mencionarlo en esos términos, pasa por la extensión: se diseñan políticas de trabajo para hacer transferencia, no en función de lo que yo creo que necesita el sector privado, sino lo que ellos me dicen que verdaderamente están necesitando. Somos más que un recurso humano, un capital humano calificado, porque acompañamos un montón de desarrollos, en conjunto con el sector privado. 

El sistema universitario debería promover más marcas de patentes y también le debería mostrarle al sector privado que es atractivo, y que la inversión sea en conjunto, con presupuesto propio de la universidad y un presupuesto complementario que haga la empresa, para que obviamente le genere un desarrollo para el sector. Allí estamos trabajando. Son clave las cámaras, son clave los protagonistas, también creo que tenemos que dejar de mirar un poco nuestro metro cuadrado y poder sentarnos, entendiendo los intereses que hay en cada mesa, en cada sector. Podemos armar una agenda en común que, respetando los intereses de cada sector, genere un proyecto que de valor agregado a los mismos sin que entremos en contradicción.

 

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Federico Olivo Aneiros

Calvo: En esta pregunta incluyo una apreciación, a ver si nos acercamos en ese punto. Creo que hay escasa discusión mediática, en la agenda pública, de aquellos desarrollos que se emprenden a partir del ámbito del saber, del conocimiento, del ámbito de las universidades. Entonces, ¿qué desarrollos consideras que tienen un aporte directo a las comunidades, a la economía, al cuerpo social pero que no suelen tener difusión mediática? 

Olivo Aneiros: Me parece interesante esto que decís de "falta difusión". Nosotros el martes estuvimos en donde, para mí, es el principal polo científico tecnológico, Bariloche, donde está INVAP, donde está el Instituto Balseiro, dónde está la Comisión Nacional de Energía Atómica. Allí estuvimos con el rector y otras autoridades y la reflexión, cuando volvíamos a Buenos Aires, era: "Qué poco conocemos y qué poco conoce la sociedad de este gran polo científico tecnológico". ¿Cuántos en la sociedad saben cuántos satélites hoy tenemos en órbita? ¿Quién los construyó, cómo se desarrollaron? Tenemos ahí una vacancia y al sistema universitario, no sé si la palabra es válida, pero como que nos da vergüenza hablar de marketing o de poder "vender", entre comillas, los proyectos que hacemos. Entonces, mucha gente de a pie con quienes hablo en el día a día me dicen: ¿Ah, la UTN hace eso? Entonces, me parece que hay que poner especial atención en cómo nosotros podemos comunicarle y contarle a la sociedad, porque en definitiva son ellos los que nos transfieren los recursos para que la universidad pública sea abierta a toda la sociedad. Comunicarles todo lo que estamos trabajando para el desarrollo estratégico de nuestro país. 

Calvo: Poner intensidad en la divulgación.

Olivo Aneiros: Ponerle intensidad a la divulgación y que también pueda marcar una agenda.  Yo entiendo que tenemos que discutir lo que pasa diariamente en la coyuntura del país, pero también es importante contar lo bueno que hace el país. No creo en este discurso de que todo en Argentina es malo, que es un país invivible. Sabemos las dificultades, uno no está ajeno ni exento a lo que está pasando, pero me niego a creer que Argentina sea un país que no tenga futuro. Al contrario. No sabés la cantidad de talento que nosotros identificamos tanto en el sector universitario como cuando hacemos capacitaciones y nos movemos en territorio. Lo importante es enfocarse en identificar, temprano, esos talentos, en acompañarlos y, sobre todo, contenerlos. Saber que ahí la universidad tiene que hacer una tarea y ahí retomo lo que vos me preguntaste ¿Qué es lo que me llena de satisfacción en función de lo que hoy es la Universidad? Democratizar el conocimiento. Estamos haciendo un fuerte esfuerzo en estar presente en aquellos sectores que no están visibilizados por el sistema, por ejemplo, el programa de robótica en un barrio absolutamente marginal: allí nosotros pudimos enseñarles a construir y diseñar una impresora 3D y en función de su impresora hacer un robot, programarlo a través del celular y que ellos lo puedan operar. Repito, en un barrio que, probablemente si la universidad no llegara, nunca hubiesen podido aprender esta disciplina; a nosotros nos llena de satisfacción. Eso desde el componente social. Si querés desde un componente técnico, somos parte de una transformación digital del Estado, en muchos ámbitos, en todo lo que tiene que ver con el expediente digital y todo lo que son los procesos de transformación digital, la UTN está presente. Estamos presentes desde el estacionamiento medido de ciudades grandes, hasta la posibilidad del acompañamiento del desarrollo de software para que luego la CONAE pueda hacer el lanzamiento del Arsat. Lo que pasa es que no se conoce. 

Hoy el desafío de la UTN es tener mayor transferencia e impacto en productos, porque en servicios ya lo hacemos. Estamos muy presentes en la transferencia de conocimiento, pero el desafío es lo que dije al principio: mayor marca, mayor patente, mayor producto. Y eso no lo puede hacer la universidad sola, lo tiene que hacer con los sectores público y privado. Ahí es donde nosotros queremos ir, en la agenda de la democratización del conocimiento en distintos sectores. 

Calvo: Respecto a cómo la UTN trabaja la perspectiva de género, de forma transversal, en un universo que podemos coincidir en que históricamente ha estado masculinizado, como son las carreras de ingeniería. ¿Ha crecido el porcentaje de mujeres que estudia y hace investigación en la UTN? ¿Hubo modificaciones en la estadística de los últimos años? 

Olivo Aneiros: El diagnóstico que hacés es absolutamente acertado. En función de ese diagnóstico, bajo esta gestión hemos creado la Unidad de Género. Esa unidad viene a promover y a promulgar todo lo que tiene que ver con la participación equitativa, no solo en el ámbito de la ciencia y la tecnología, de lo académico, sino también en los organismos de gestión de nuestra universidad. La realidad es que hoy no todas las ingenierías tienen el mismo comportamiento en términos de porcentaje, hay algunas donde crece la participación de la mujer, el caso de química, sistemas, industrial y en otras es menor pero sí vemos con agrado, por ejemplo, en mecánica, una mayor participación femenina. Obviamente, lejos de los números que nosotros pretendemos o quisiéramos tener, pero sí se está rompiendo un paradigma en términos de tendencia. Y ahí hay una fuerte discusión y debate que hay que definir bien. Primero, formarnos. Soy una persona que está aprendiendo respecto a esto. Segundo, a reglamentar acciones que tengan que ver no solo con el discurso, sino acompañar en acciones ese discurso. Tercero, un ámbito de reflexión y, cuarto, un ámbito de contención: que puedan dirigirse a personas especializadas, que reciban asesoramiento y apoyo en cuestiones relacionadas con género, discriminación y violencia de género.

La universidad hoy está viviendo una transición fuerte, la misma que está viviendo en materia educativa, ya que tenemos un sistema educativo del siglo XIX, docentes del siglo XX y estudiantes del siglo XXI. Eso es toda una definición en términos de transición. Y lo mismo nos está pasando con respecto al género. Se tomó esa primera medida de crear la Unidad de Género y creemos que a futuro vamos a tener mayor participación de las mujeres en ingeniería que, por otro lado, es necesario. 

Calvo: ¿Hubo mucha deserción de estudiantes durante la pandemia? ¿Qué registro tienen de abandono y reinserción en este 2023, ya animándonos a hablar de post pandemia?

Olivo Aneiros: En los registros que nosotros tenemos el comportamiento es muy parecido a la pre pandemia. O sea, no podemos decir que la pandemia esté directamente ligada a la deserción. Además, la universidad implementó estrategias de apoyo y seguimiento para aquellos y aquellas en riesgo de abandonar sus estudios. Y se promovieron programas de becas y ayudas económicas para quienes enfrentaban dificultades financieras durante la pandemia. Sí tuvimos enormes dificultades para garantizar la posibilidad de que todo el mundo pudiera cursar, porque a veces faltaba equipamiento o no tenían buena conectividad. 

La universidad se movió bastante rápido en términos de adaptación a la virtualidad. Tal es así que hoy hay un debate en la universidad sobre la educación híbrida: digamos, pensar un componente teórico, más virtual, y un componente práctico, presencial. Hoy se admite hasta el 30% de virtualidad como válido para la carrera de grado. Lo que estamos trabajando nosotros es, quizás, aumentar ese porcentaje, para que quede esta modalidad híbrida. Sí, a modo de crítica que uno hace y porque me toca también ser docente, es que nosotros nos adaptamos, en su momento, a la coyuntura usando nuevas metodologías de examen, por ejemplo, que dieron resultado en la pandemia y creí que las diseñábamos para que se quedaran y luego, en la post pandemia, volvimos a la metodología original. Te doy un ejemplo claro: si nosotros tuvimos la capacidad de poder tomar exámenes a libro abierto, pensando en ese espíritu crítico, ese razonamiento diferente del estudiante, y nos dimos cuenta que funcionó, ¿por qué cuando se fue la pandemia volvimos a la acción tradicional, cuando sabíamos que la metodología del libro abierto había dado, en algunos aspectos, muy buenos resultados?

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Federico Olivo Aneiros

Calvo: Qué interesante que se lo replanteen. Te cambio un poco el foco y te consulto por la coyuntura más general. Estamos en un año electoral y están aflorando propuestas que tienen que ver con privatizaciones del orden público, desinversión en la investigación y en el desarrollo de tecnologías; reducción, de alguna manera, de funciones del Estado, que incluyen a la educación pública. Desde tu rol, ¿qué decirles a las juventudes que conviven con este debate político? 

Olivo Aneiros: Mirá, de nuevo me parece que, como sistema universitario, nos cuesta mucho poder marcar una agenda y contarle a la sociedad el valor que tiene la educación pública. Creí que en Argentina era un debate viejo, que algunos aspectos que en Argentina funcionan bien no se iban a discutir más, y te puedo decir que la universidad y la educación pública funcionan bien, por lo menos en el ámbito que nosotros manejamos que es el universitario. Cualquier persona que tenga la posibilidad de viajar, de recorrer otra empresa fuera del país o ir a otras universidades, sabe lo bien ponderado que somos los profesionales, en general, no sólo de ingeniería, y somos hijos de la educación pública. Ni hablar de los Premios Nobel, son todos hijos de la educación pública. 

Me cuesta creer que lo estemos discutiendo, no percibo desarrollo de un país sin educación pública y gratuita. Algunos me dirán "- No, pero está el sistema de voucher" Y no es voucher sí, voucher no. Cuando te están diciendo que van a eliminar el Ministerio de Educación y lo van a pasar a un rango menor, eso no significa solo arancelar o no la universidad; no hace falta arancelar la universidad para ir en contra de las políticas públicas educativas. Con que no diseñen nuevos laboratorios para la ciencia y tecnología de la universidad, con que no incorporen nuevas aulas, con que no jerarquicen a los docentes, con que no te den la posibilidad de incrementar presupuesto para conseguir carreras nuevas, automáticamente lo que estás haciendo es disminuir el presupuesto educativo, por lo cual eso genera menos oportunidades. Y en ese punto estamos perdiendo la agenda, porque te puedo asegurar que muchos de nuestros estudiantes no saben todo lo que hacen para la sociedad, y la debilidad es nuestra, de no difundir todo lo que hace la universidad pública. Hay que explicar, fundamentar y argumentar porqué la educación pública es tan importante, difundir que es un pilar clave para la igualdad de oportunidades y el desarrollo de una ciudadanía informada y crítica.

En la actualidad, los países se miden mucho por el grado de conocimiento, se habla mucho de la industria de la economía del conocimiento. Si nosotros queremos un país rico en torno a esa industria, ir en contra de mayor potencialidad para educar, de la educación pública, es una contradicción enorme. ¿De dónde va a crecer esa industria si no hay educación?.

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