La democracia es un principio fundamental de la identidad cooperativa que consiste en la participación de sus asociados y asociadas en condiciones de igualdad y la transparencia de la información sobre sus actividades. Es parte de la esencia del cooperativismo desde sus orígenes cuando, en 1844, un grupo de trabajadores (27 hombres y una mujer) fundaron la primera cooperativa en el poblado de Rochdale, Inglaterra.
Es la gestión democrática el principio que permite diferenciar la empresa cooperativa de la capitalista, porque el cooperativismo pone a las personas (no al capital) en el centro. Ese principio de democracia económica (donde no prima el que tiene más capital y una persona es un voto) es el camino hacia una sociedad más solidaria e inclusiva, más justa y equitativa.
Pero las cooperativas impulsan mucho más que democracia interna. Fueron y son un aliado para las sociedades democráticas, porque asumen el compromiso de impulsar el ejercicio de la ciudadanía, es decir, generar aquellas condiciones necesarias para que las personas ejerzan sus derechos en los territorios.
“Las cooperativas tienen la ventaja de la democracia en el sentido de la participación, estar cerca y al lado de la gente”
José “Pepe” Mujica
Mensaje en la 7ª Jornada de COLSECOR
La participación de la que nos habla el ex presidente de Uruguay, presidente honorario de la Fundación COLSECOR, es un valor en la medida en que representa una garantía para el fortalecimiento de sociedades democráticas. Las cooperativas, por su historia, importancia y representatividad, y por sus rasgos propios, democrático-participativos, juegan un papel importante en sus respectivos territorios, priorizando las necesidades, oportunidades y recursos presentes en cada una de las comunidades.
Para ello, es necesario mayor presencia de las políticas públicas del sector, porque ello redundará en una contribución mayor en dos escenarios que están interrelacionados: la construcción de un modelo de desarrollo más inclusivo, equitativo y sostenible y el fortalecimiento de la democracia.
“Una cooperativa es, en sí misma, una escuela de democracia, una que nos enseña a crear y compartir valor social”
José Néstor Lino
Presidente de Fundación COLSECOR
Este mes celebramos un nuevo aniversario de la Independencia Argentina, en el año en que se cumplen cuatro décadas de la vuelta a la democracia, es imperioso que conectemos y revaloricemos estos sucesos que marcaron, en gran parte, nuestra identidad. Todo ello, bajo una premisa que desde el cooperativismo consideramos esencial: la democracia se fortalece si hay futuro sostenible para todos.
La preocupación de estos tiempos es cómo generar valor económico y social que se distribuya de modo justo y equitativamente entre las personas, en un contexto de cambios tecnológicos, aumento de las desigualdades, pero, al mismo tiempo, de toma de conciencia de la necesidad de un “desarrollo sostenible”. En este marco, el pasado 1 de julio, se celebró el Día Internacional de las Cooperativas, cuyo lema 2023 fue: “Cooperativas por el desarrollo sostenible”, con el propósito de visibilizar que “nuestra forma de trabajar, inspirada en los valores y principios cooperativos, lleva en su ADN el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”.
Desde Fundación COLSECOR estamos convencidos de que el cooperativismo es el modelo capaz de garantizar el desarrollo sostenible e inclusivo que necesitamos, porque está asentado, desde sus orígenes, en la responsabilidad, la ayuda mutua, la ética, la igualdad y el valor de la democracia.
